La derivación o bypass gástrico se realiza por vía laparoscópica. “Es la mejor opción para controlar la obesidad, relacionada con la Diabetes Mellitus tipo 2, o con Hipertensión Arterial”. Revierten las tres enfermedades en casi el 100% de los casos. Consiste en seccionar el estomago, excluyendo el 90% de la capacidad gástrica, sin extirparlo. Se deja una pequeña bolsa gástrica (10% de la capacidad original), el cual se une a un segmento de la primera porción del intestino delgado (yeyuno). Además de suprimir el 90% del estomago, en el bypass se excluye un segmento de intestino delgado. De tal manera que con esta cirugía se produce una disminución notable de la capacidad gástrica y de la superficie de absorción del intestino, generando así una perdida de peso por restricción y disminución de la absorción de los nutrientes.